En mi arte, en mi huraña artesanía

Cumplida en el silencio de la noche

Cuando sólo la luna se extravía

Y los amantes yacen en el lecho

Con la aflicción adentro de su pecho,

Junto a la luz que canta yo trabajo

No por pan, ambición o altanería

Ni por la exhibición de encantamientos

En teatros de marfil,

Sino por la pueril retribución

De sus más escondidos sentimientos.

No, yo no escribo para el insolente

Que menosprecia la luna colérica

Mis páginas de espumas de las olas

Ni para los cadáveres guardados

Entre los ruiseñores y las loas,

Sino para el abrazo del amante

Que circunda la pena de la vida,

Para ése que no paga, que no aplaude,

Que ni siquiera tiene en cuenta mi arte.

DYLAN THOMAS