EDITORIAL

La tarea psicoterapéutica que realizamos, nos pone en diálogo con la complejidad que cada singularidad configura. Los límites de nuestra disciplina, nuestra participación en una cultura determinada, nos exigen la apertura a lo transdisciplinario.

La confluencia de saberes diversos sin respeto por su objeto y métodos propios, resultaría en el ejercicio de una violencia sobre la realidad, a la manera de una ideología totalitaria. Nuestra propuesta nos inscribe en una búsqueda, a la par abierta y centrada, para poder dar cuenta de esta realidad compleja. La verdad, como diría Hans Urs von Balthasar, es sinfónica.

Esperamos que los trabajos presentados resulten una invitación para que el lector se interrogue acerca de su responsabilidad por construir esta civilización con el esfuerzo que esta tarea demanda.